Es más fácil comprobar la calidad de un alimento que de un medicamento, y en tiempos de pandemia, esta preocupación se incrementa.
"Hubo un adulteramiento en los componentes químicos de un lote de pastillas de la tensión" fabricados por la causa farmacéutica La Santé Venezuela, dice la voz de una mujer anónima en un audio de WhatsApp que ha circulado en septiembre de 2020. La medicina no se identifica en el monólogo, pero con frecuencia el sónido circula acompañado por una fotografía de una presentación de Losartán Potásico de 50 miligramos combinado con Hidroclorotiazida.
"El lote, a partir del 8 o 9 de septiembre, ya fue repartido a nivel nacional (...). La equivocación del analista fue bastante grave (...) Es delicada la cuestión. Como sé que tomas pastilla de la tensión, trata de no comprar de esa marca", aconseja la dama no identificada, que admite: "No sé de componentes químicos" (como la gran mayoría de los ciudadanos).
El equipo de EsPaja.com no encontró evidencias de que esta advertencia tenga fundamento. Es cierto que, el 28 de agosto de 2020, hubo una denuncia periodística real en Twitter sobre otro medicamento de los laboratorios La Santé (Clopidogrel) que, al parecer, se empaquetó de manera incorrecta y tenía en su interior un producto distinto (Diclofenac Potásico).
La denuncia fue respaldada por un documento de La Santé enviado a las farmacias, en la que pedía retirar el lote y cancelar su venta, o permitir su devolución a los consumidores que ya lo habían adquirido. Sin embargo, aunque ambos medicamentos están prescritos para el sistema circulatorio humano, Losartán y Clopidogrel pertenecen a familias farmacéuticas distintas. El primero es un antihipertensivo y el segundo un agente antiplaquetario que inhibe la formación de coágulos.
El correo electrónico de contacto de La Santé Venezuela no está activo ([email protected]). En el número telefónico de atención al público ofrecido en la web (+58 212-626-4300), una operadora indicó que no tenían un departamento en el que se pudiera canalizar una solicitud de información. Pero EsPaja.com contactó por WhatsApp a voceros autorizados de este laboratorio, que el 22 de septiembre de 2020 indicaron a través de mensajes de texto que el audio notificaba una situación falsa.
Por otra parte, el Instituto Nacional de Higiene, ente oficial encargado de emitir los alertas farmacológicos en caso de que un medicamento no cumpla con las normas para la distribución y consumo dentro del territorio nacional, indica que el más reciente medicamento prohibido en Venezuela es el : Ezentius 20 mg. Compromidos recubiertos (189). La prohibición data del 9 de abril de 2018.
Tito López, presidente de la Cámara de la Industria Farmacéutica, dijo a EsPaja.com a través de WhatsApp que tampoco tenía conocimiento de una denuncia relacionada con Losartán u otro producto antihipertensivo.
Otras presuntas adulteraciones citadas en el audio
Como recurso retórico comparativo, la mujer del audio de WhatsApp cita otros presuntos casos de productos adulterados (no medicamentos, sino alimentos para humanos y animales): "Hubo un lote de Perrarina que envenenó a los perros hace años. Igual que el caso de los Doritos y la Coca Cola Zero". Esto es parcialmente cierto.
El primer caso se refiere, en realidad, a los productos Dog Chow y Cat Chow del consorcio Purina y se documentó en 2005. Algunas de las mascotas murieron y la empresa admitió contaminación por un hongo en la planta de La Encrucijada (Aragua).
Acerca de la marca de snacks Doritos, no ha habido ninguna prueba consistente (no en Venezuela) de posibles casos de productos adulterados, solo rumores.
La comercialización de la gaseosa dietética Coca Cola Zero fue prohibida en Venezuela en 2009. El Ministerio de Salud de Venezuela aseguró que contenía "un componente que puede resultar perjudicial para los humanos", sin especificar cual.
