Circula por Whatsapp una imagen –que ya corrió en julio de 2020 por la misma plataforma de mensajería– con seis tipos de mascarillas, tres de las cuales serían eficaces en reducir el riesgo de contagio del coronavirus SARS-CoV-2, mientras que las otras (de carbón activado, tela y poliuretano) ofrecerían baja o ninguna protección al virus.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recuerda en su página web que "las mascarillas deben utilizarse como parte de una estrategia integral de medidas para suprimir la transmisión y salvar vidas; el uso de una mascarilla por sí sola no basta para proporcionar una protección adecuada contra la COVID-19".
La recomendación de la OMS es usarla conjuntamente con la práctica de lavarse las manos con frecuencia con agua y jabón o una solución hidroalcohólica, así como mantener una distancia física de 1,5 metros entre personas.
En su web site la OMS ofrece información sobre el uso de las mascarillas, sus tipos y quiénes deben usarla. No es una novedad, pues la recomendación viene dada desde el comienzo de la COVID-19 hace más de un año y está al alcance de cualquiera que disponga o tenga acceso a Internet.
¿La KN95, la quirúrgica y las FFP1, las más efectivas?
La imagen del mensaje destaca tres tipos de mascarillas que serían efectivas en la protección contra el coronavirus: la KN95, la quirúrgica y las FFP1 (Filtering Face Piece), que filtra por lo menos 80% de las partículas de hasta 0,6 micrómetros, señala la cadena de TV alemana DW, en un texto sobre la protección que ofrecen las mascarillas, publicado el 20 de septiembre de 2020.
La KN95 es un tipo de mascarilla de respiración con filtro que suele fabricarse y utilizarse en China (en EEUU es la N95). Su uso es preferible en situaciones que requieren el contacto cercano con personas que corren mayor riesgo de enfermarse gravemente a causa del COVID-19, señala la página web en español de los CDC (Centers for Disease Control and Prevention), Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, una agencia del Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos.
Filtran hasta 95% de las partículas del aire (si reúnen los requisitos correspondientes y no son una imitación, y cuando se pueden ajustar correctamente a la cara, lo cual puede dificultarse por la presencia de vello facial). Sin embargo, CDC recomienda no usarlas con válvulas de respiración, porque estas permiten el paso de las gotitas respiratorias que contienen el virus. La OMS también lo desaconseja.
Dificultan más la respiración, son costosas y difíciles de conseguir, advierte CDC. Añade el site que 60% de las mascarillas KN95 evaluadas por el NIOSH (Instituto Nacional para la Seguridad y Salud Ocupacional), resultaron falsas y no reunían los requisitos que decían cumplir.
La KN95 no debe utilizarse junto con otro cubreboca, recomienda la CDC y aclara que está diseñada para ser usada una sola vez.
El tapaboca quirúrgico (de uso médico) o desechable, es fácil de obtener, cómodo y económico. Además, lleva una pieza de metal a nivel de la nariz que lo hace ajustable. Ofrecen protección no a sus portadores, sino a su entorno, destaca DW.
Están compuestas por capas de materiales sintéticos no tejidos y configuradas de tal modo que las capas filtrantes estén encajadas en el centro, detalla la OMS. Ofrecen varios niveles de resistencia a los líquidos y de filtración.
Estas mascarillas se ajustan detrás de las orejas, por lo que podrían no lograr un buen calce, en tanto, las elaboradas con cintas para atar detrás de la cabeza o el cuello se ajustan mejor a la persona. "El hecho de que una mascarilla no se ajuste bien puede generar espacios alrededor de la nariz o a los lados de la cara, por los que pueden filtrarse las gotículas que contienen el virus", indica CDC.
La instancia de salud señala que puede colocarse una mascarilla de uso médico debajo de una mascarilla de tela para mejorar el ajuste y la filtración, pero no debajo de otra de tipo quirúrgica.
"Cuentan con filtros que retienen los aerosoles exhalados por la persona que la usa, por lo que en caso de estar contagiada, evitará en buena medida la propagación del virus. Las del tipo II R (las más resistentes) podrían llegar a proteger en un grado mínimo a su portador, pero no está comprobado", indica el texto de DW.
En cuanto a los tapabocas FFP, hay tres categorías en Europa, según las cuales filtran más o menos partículas, siendo el mínino 80%. De acuerdo con la información ofrecida por DW, son las que ofrecen mayor seguridad a sus portadores. La FFP2 filtra al menos 94% y la FFP3, 99%. En EEUU están la N95 y la N99 que filtran el 95% y 99% de las partículas y la N100 que eliminan 99,97%.
¿Tela, poliuretano y carbón activado tan ineficientes como dicen?
Las mascarillas de telas deben cumplir con ciertas características exigidas por la OMS para que puedan ofrecer cierto nivel de protección contra el coronavirus. Es decir, deben tener tres capas.Una interna de material absorbente, como el algodón; una intermedia de material no absorbente y que no esté tejido, como el polipropileno; y, una exterior de material no absorbente, como el poliéster o una mezcla que contenga poliéster.
La indicación en estos casos es comprobar la filtración, la respirabilidad y el ajuste a la cara. La mascarilla de tela no debe permitir el paso de la luz al colocarla frente a una fuente de luz, precisa CDC. Esta agencia del Departamento de Salud de EEUU, recomienda además que el cubreboca de tela tenga incorporada una varilla nasal.
Una de las ventajas de los tapabocas de tela es que son lavables y reutilizables. Y son recomendadas por la OMS en casos que no haya distanciamiento social.
Las mascarillas de carbón activado son utilizadas por deportistas, según literatura encontrada por EsPaja.com, pero también en prevención de enfermedades por el personal de fábricas, debido a la presencia de gases y vapores, tanto orgánicos como inorgánicos, como por ejemplo ozono, radón, monóxido de carbono; aerosoles, desde humo hasta polvo y bioaerosoles como ciertos microorganismos.
De acuerdo con el portal Mascarillas para todos, los tapabocas N95, o al menos alguno de sus más de 20 modelos –señala Wikipedia–, contienen filtro de carbón activado, lo que confirma la página web de la Fundación Cardiovascular de Colombia.
Los cubrebocas de poliuretano son eficaces para ayudar a prevenir el contagio de COVID-19, o por lo menos los diseñados en 2020 por una organización sin fines de lucro de Alberta que ayuda a las empresas a desarrollar productos de alta tecnología, junto a investigadores de la Universidad de Alberta (ACAMP), reseña el portal español Con Salud.
Según el material informativo, la mascarilla –reutilizable– tiene una eficiencia comprobada de filtración similar a la de las N95.
La descripción del respirador proporcionado por Con Salud, el cuerpo de estas mascarillas es a base de poliuretano o polipropileno, lo que proporciona un sello efectivo alrededor de la nariz y la boca.
Hay diversos tipos de mascarillas y por ende de calidad y grados de protección. No hay dudas sobre el alto grado de protección que otorgan las N95, las quirúrgicas o las de FFP (filtración). Sin embargo, su efectividad dependerá de que se coloquen de la manera correcta.
Sobre las de tela, carbón activado y poliuretano no se dice el nivel de seguridad que puedan ofrecer contra el coronavirus SARS-CoV-2, pero todo indica que, si cuentan con los componentes adecuados para evitar la filtración de microorganismos y abarcan nariz, boca y mentón sin dejar espacios para la entradas de las partículas externas, como las otras tres, minimiza el riesgo de contraer el virus.
Además, la OMS destaca la importancia de lavarse las manos de forma adecuada antes y después de colocarse el tapabocas, no tocar la parte frontal de la mascarilla ni la cara, por lo menos no antes de limpiarse las manos.
En una infografía disponible en su página web, la OMS indica cómo usar las mascarillas médicas o quirúgicas y las de tela de forma segura.