La desinformación en salsa, recetas contra las fake news es el nombre con el que el portal EsPaja celebró su tercer aniversario en el auditorio de la Universidad Monteávila (UMA), ante un nutrido público de estudiantes interesados en conocer de primera mano la experiencia de quienes tienen a cargo la responsabilidad de verificar datos y el discurso público.
Ponentes nacionales e internacionales dieron pautas sobre la labor que realizan en sus respectivas áreas de trabajo y los alumnos tuvieron la oportunidad de hacerles preguntas sobre la dinámica de trabajo.
En las palabras de bienvenida, Mercedes De Freitas, directora ejecutiva de Transparencia Venezuela, ONG a la que pertenece EsPaja.com, dio a conocer cómo nació la idea del proyecto que fue presentado en una convocatoria de la Unión Europea y en la que resultó ganadora.
La experiencia de La silla vacía, de Colombia, de Animal político en México y de Maldita, en España, sembró la semilla de lo que en 2019 cobraría vida en EsPaja.com, un equipo conformado por seis periodistas.
Luego de un trienio de verificaciones, “el reto es inmenso, hay que visibilizar las narrativas que tratan de confundir e investigar hacia dónde va”, dijo De Freitas.
Seguidamente, el jefe de Cooperación de la Unión Europea en Venezuela, Geert Anckaert, destacó la importancia que tiene para la comunidad que representa la lucha contra la desinformación. “Es una prioridad”, dijo.
Entre las ventajas del uso de Internet están la rapidez con la que viaja la información y conexión con todo el mundo, lo que a su vez “nos hace vulnerables a la desinformación hasta el punto de comprometer la capacidad de toma de decisiones”, señaló el diplomático.
“Venezuela es particularmente vulnerable ante la falta de información, la opacidad de entes públicos y el uso de redes como medio de información”, completó.
Los caminos de la desinformación
Tras presentar los resultados de tres años de trabajo, el director de EsPaja, Víctor Amaya, indicó que “hay que entender que estamos sometidos a un contexto muy tóxico y que la desinformación muta y quiere romper con filtros para convencer que algo falso se vea como cierto”.
Pablo Fernández, director ejecutivo de Chequeado, de Argentina, destacó el uso de la tecnología como aliado en el proceso de verificación y no como un reemplazo de periodistas. En Chequeado la apuesta es a lograr desarrollos tecnológicos que puedan ser útiles a terceros.
Con eso también se hace periodismo, “es dar la mejor información a la gente. En temas tan sensibles como el COVID-19 es importante hacer bien el trabajo y ser cuidadoso. Las democracias están en riesgo y tenemos el rol importante de mostrar a la audiencia lo que está pasando”.
Los picos de desinformación se dan en momentos de crisis y “la mayoría de la audiencia cae en desinformación con un meme creado en un celular, con cosas sencillas. El desafío es estar bien informado”, reforzó Fernández.
¿Cómo identificar la desinformación y la propaganda en redes sociales? Adrián González, director de Cazadores de Fake News, indicó a los presentes en el auditorio de la UMA que el spam es uno de los elementos de los que se valen los creadores de desinformación, a través de contenidos repetitivos para manipular redes sociales.
El astroturfing (que hace ver como natural lo que no es) se ha utilizado para impulsar tendencias en contra de periodistas y de la iglesia, por ejemplo, citó González.
Influenciadores, propagandistas y sus redes se utilizan para campañas de ataque. Cuentas de trolls o bots, son identificados en el análisis de datos de Cazadores de fake news.
Giancarlo Fiorella, investigador y entrenador Bellingcat, medio digital que hace investigaciones de fuente abierta, guio al público asistente en un recorrido por Internet para encontrar la información que se propongan averiguar.
“En su gran mayoría, la información libremente disponible en Internet a cualquier persona, es gratuita, como Google, Earth o imágenes de Twitter.
Fiorella coincidió con Fernández en que el uso de las herramientas tecnológicas no sustituye al periodismo tradicional, sino que lo apoya, lo complementa.
Del ciberespacio a la calle
En la era de lo digital resulta vital mantener la esencia del periodismo, que es la búsqueda de la información yendo a la calle.
Mabel Sarmiento, periodista venezolana con destacada trayectoria en el área social y comunitaria, comenzó su exposición hablando de la necesidad de ir preparados para levantar una pauta. “Tenemos que bañarnos del contexto y verificar en el sitio con la gente”.
Para hacer fuente hay que cultivarla y eso se logra con un trabajo de todos los días, dijo. “Es como los amores, hay que conquistarla”. De esa forma se puede asegurar una fuente de la cual, en momentos de opacidad y cierre de opciones para obtener información, se puede conseguir datos confiables. “No hay que dejar que la inmediatez te gane, hay que documentarse”, recomendó a los alumnos de la UMA.
Rosalí Hernández, fotoperiodista venezolana y quien trabaja para varias agencias internacionales, recordó una frase del fotógrafo Robert Capa (Segunda Guerra Mundial), quien dijo que “si una foto no es lo suficientemente buena es porque no estabas lo suficientemente cerca”, para señalar que las imágenes reflejan historias.
“Cualquiera tiene una cámara, pero no el criterio necesario para plantear lo que realmente es. Hay que nutrirse, conocer el contexto. Una imagen dice mucho, puede ser impactante”, por eso es importante hacer un chequeo de la realidad para poder expresar lo que dice la foto.
La conclusión de Hernández es que “debemos ser activistas de la comunicación (periodistas integrales) en la era de la digitalización".
Foto: Espaja