"Las vacunas son el (producto) biológico más seguro y estudiado en la historia de la Medicina. Tan seguro es, que ninguno de los estudios realizados ha encontrado una relación directa entre vacuna y muerte del paciente", dijo a EsPaja.com, el médico pediatra Alejandro Crespo Freytes, a propósito del fallecimiento -el 15 de mayo- de un bebé de 11 meses tras haber sido inmunizado en una jornada organizada por la gobernación de Miranda.

La ausencia de una vocería oficial en materia de salud sobre el hecho ha creado especulaciones de todo tipo. Nada se puede conocer con certeza hasta que haya una investigación seria y transparente de lo sucedido en el sector El Pedregal y que llevó a 26 pacientes a emergencia de Salud Chacao la noche del mismo día de la vacunación.

"La muerte como efecto de vacuna es un fenómeno extremadamente improbable, existe la posibilidad de que sea un epifenómeno", publicó en su cuenta de Twitter, Julio Castro, infectólogo y médico internista.

De acuerdo con la Real Academia Española, epifenómeno es un "fenómeno accesorio que acompaña al fenómeno principal y que no tiene influencia sobre él". Esto es, que la muerte del infante se haya producido por una causa distinta a la vacunación.

"La mayoría de los eventos que se consideran relacionados con la administración de una vacuna no son, en realidad, debidos a la vacuna en sí misma (muchos son simplemente eventos coincidentes, otros (particularmente en los países en desarrollo) se deben a errores humanos o programáticos", señala la Organización Mundial de la Salud (OMS) en casos de eventos adversos posteriores a la aplicación de las vacunas.

¿Qué es el Esavi?

Ante los rumores sobre el deceso del bebé, Crespo Freytes dice que se está asumiendo que se trata de un Evento Supuestamente Atribuible a Vacunación o Inmunización (Esavi) que la Organización Panamericana de la Salud (OPS) clasifica en cinco tipos: Reacción relacionada a la vacuna, a un defecto en la calidad de la vacuna, a un error en la inmunización, a la ansiedad por la inmunización y eventos coincidentes.

El galeno cita la data del sistema de reporte de Esavi (Vaccine Adverse Event Reporting System) de Estados Unidos, que evidencia 11 casos de Esavi por 100.000 dosis de vacunas administradas. Los registros llevados por ese sistema revelan que 62% (casi dos tercios) ocurre en pacientes entre 18 y 64 años y 18% en niños menores de un año.

Añade que 14,2% de los reportes incluyen eventos adversos serios, que pueden incluir la muerte. Sin embargo, las investigaciones hechas no han hallado una relación causal entre vacunas y muertes.

"Los niños que fallecen en horas posteriores (a la inmunización), es por muerte súbita, en menores de dos años. De esos casos hay muchos en el mundo y no guardan relación con la vacunación. Eso quiere decir que de 100.000 niños vacunados dos o tres pueden tener un problema serio", dice Crespo en conversación telefónica con EsPaja.com.

Las principales causas de muertes de niños por Esavi son la muerte súbita, asfixia, septicemia y neumonía, señala Crespo Freytes para acotar que son las razones que explican el fallecimiento en la mayoría de niños menores de dos años. "No hay un patrón que vincule la muerte con alguna vacuna en particular".

Millones de dosis de vacunas se administran cada año en todo el mundo y con ello se evitan millones de muertes. "A las vacunas hay que tenerles confianza, la gente tiene que vacunarse. Los menores de 5 años dejaron de morir desde que comenzaron a vacunarse", acota el pediatra-puericultor.

No es posible predecir si una persona podría tener una reacción leve o grave ante una vacuna. Las más comunes son dolor o ardor en el lugar donde se aplicó vacuna, fiebre y salpullido y suelen ser leves y temporales. "Los raros efectos colaterales graves notificados son investigados inmediatamente", señala la OMS en Preguntas y respuestas sobre inmunización y seguridad de las vacunas.

Las zonas de las inyecciones pueden tener hinchazón, enrojecimiento y dolor. Estos síntomas suelen empezar en el transcurso de 24 horas después de la vacuna y persisten entre tres y cinco días. Con la mayoría de las vacunas, la fiebre empieza dentro de las primeras 24 horas y dura de uno a dos días. Hay reacciones retardadas como las que producen la triple vírica (sarampión, paperas y rubeola) y la vacuna contra la lechina. La fiebre y el salpullido aparecen entre una y cuatro semanas después, detalla el Children´s Hospital Colorado en su sitio web.

El centro de salud agrega como un elemento muy poco frecuente, pero que puede darse con cualquier vacuna, la anafilaxia, una reacción alérgica grave que comienza en el transcurso de dos horas.

Hasta  la tarde del 19 de mayo no había información oficial (gobernación de Miranda o Ministerio de Salud) sobre lo ocurrido con la jornada de vacunación llevada a cabo en el munipio Chacao por la gobernación de Miranda.

Crespo Freytes destaca el hecho de que ni siquiera se conozca formalmente cuáles vacunas se estaban aplicando.

La OMS advierte que existen unas pocas contraindicaciones para algunas vacunas y que la observancia de estas puede minimizar el riesgo de efectos adversos graves.

"El niño debe estar sano", dice de entrada Crespo a EsPaja.com al ser consultado sobre las contraindicaciones. El Programa Ampliado de Inmunizaciones (PAI) tiene recomendaciones y excepciones, precisa y coloca como ejemplos, respectivamente, no administrar vacunas fuera de los tiempos previstos para cada una y no inmunizar contra la poliomelitis en casos de niños de madres con VIH (Virus de Inmunodeficiencia Humana).

¿Puede una vacuna vencida causar un efecto contraproducente? 

El médico pediatra asegura que si el producto ha caducado no se coloca. "No es ético administrar una vacuna vencida. No hay estudios porque el investigador no va a hacer pruebas con una vacuna vencida".

Entre las varias especulaciones sobre lo ocurrido el viernes 15 de mayo, se ha mencionado la posibilidad de que el producto no estaba en óptimas condiciones porque pudo interrumpirse la cadena de frío. Al respecto, Crespo sostiene que si no se cumple con ese requerimiento para su transporte, el producto queda inactivo. "Es como inyectar agua".

Hasta ahora no hay evidencia científica de reacciones adversas por inocular un producto que no cumplió con la temperatura recomendada para su preservación. "Cambios bruscos de temperatura pueden hacer que no funcione para prevenir la enfermedad", puntualiza el pediatra. Pero no más.

Las autoridades hacen mutis en el caso de El Pedregal

Lo único cierto es la muerte del bebé de 11 meses el mismo día de la vacunación, lo que demanda una investigación transparente, como lo piden Castro, la Sociedad Venezolana de Puericultura y Pediatría y el propio Crespo Freytes, quien solicita del Estado venezolano una averiguación transparente para que la gente no pierda la confianza en la vacunación. "Las vacunas no pueden quedar como las malas de la historia", dice y con esto dar elementos al movimiento antivacuna.

A nivel global hay campañas que buscan desacreditar años de trabajo científico sobre la efectividad, seguridad o eticidad de estos fámacos que inminuzan contra enfermedades mediante la producción de anticuerpos.

"Las vacunas son seguras (...) Es mucho más fácil padecer lesiones graves por una enfermedad prevenible mediante vacunación que por una vacuna", dice la OMS que coloca como uno de los ejemplos a la poliomielitis. que puede causar parálisis.

La organización recuerda en Preguntas y respuestas sobre inmunización y seguridad de las vacunas, que estas son sometidas a pruebas rigurosas a lo largo de las diferentes fases de los ensayos clínicos, y siguen siendo evaluadas regularmente una vez comercializadas. Los científicos también siguen constantemente la información procedente de diferentes fuentes en busca de indicios de que una vacuna pueda tener efectos adversos.

"Vacunar sigue siendo la medida de prevención en salud más costo-efectiva que existe", afirma Crespo Freytes.