¿Otra plaga de Egipto? La pandemia de COVID-19 declarada en 2020 es una pesadilla que buena parte de la humanidad trata de dejar psicológicamente bien atrás en 2022, sobre todo por sus consecuencias en nuestra salud mental —aunque sigue provocando contagios y muertes de verdad, verdad—. Cualquier atisbo de una potencial nueva epidemia despierta gran sensibilidad y hasta irritación, y hacia mediados de mayo, empieza a aparecer en portales, redes y WhatsApp una frase que en cerebros ya martirizados parece adquirir resonancias apocalípticas: viruela del mono.

Se ha detectado ya una veintena de casos confirmados (más decenas de otros sospechosos por confirmar) en países como Reino Unido, España, Portugal, EEUU, Italia o Suecia (estos dos últimos países en la mañana del jueves 19 de mayo). ¿Qué tanto nos debemos preocupar? En principio no demasiado, aunque hay que vigilar este brote con cuidado. Algunas respuestas para tus preguntas:

¿Es realmente una enfermedad nueva?

No. La "viruela del mono" (o viruela símica) fue descubierta por primera vez en ejemplares de laboratorio de la especie de mono macaco cangrejero (Macaca fascicularis) en 1958, y en humanos, a partir de 1970, especialmente en brotes en países africanos. En principio, esto es una señal de tranquilidad: más vale virus conocido que virus por conocer.

El hecho de que la viruela del mono no haya acaparado demasiados titulares en estos últimos 50 años sugiere que nunca se convirtió en una formidable amenaza local o global. Hasta 1986, los casos registrados en personas eran alrededor de 400. En 2003 hubo un foco de unos 80 contagios en EEUU. Y en Nigeria, otro de alrededor de 200 pacientes en 2017.

Lo que sí es cierto es que estamos ante probablemente el brote más extenso —en cuanto a número de países— que se ha visto fuera de África. Generalmente estos racimos de casos se originan a partir de viajeros que estuvieron antes en el continente africano.

Viñeta divulgativa publicada en mayo de 2022 por Acta Sanitaria, una web española privada especializada en salud.

¿La viruela de mono es grave?

La palabra "viruela" despierta pavor. Fue una de las pandemias más terribles de la humanidad hasta su erradicación a través de una campaña de vacunación en 1980, no solo por el número de muertes (unas 300 millones en el siglo XX), sino porque dejaba a muchas personas gravemente desfiguradas o ciegas, con su correspondiente estigma social. Fue una de las "armas" más mortíferas que llevaron los colonizadores europeos a los habitantes originarios de América: resultó crucial para las caídas del Imperio Inca y el Imperio Azteca y la conquista de Norteamérica, entre otros procesos históricos.

Pero esto es otra cosa.

La viruela de mono es provocada por un virus de la familia ortopoxvirus, es decir, es una prima cercana de la viruela, pero se considera más leve en humanos. En África se calculó su mortalidad en 10% especialmente entre niños, aunque el tamaño pequeño de la muestra puede ser engañoso. En el brote de EEUU en 2003 (unos 80 casos) no se registraron fallecidos. 

Síntomas en dos etapas

Fiebre, dolor de cabeza, inflamación de ganglios, dolor de espalda, dolor muscular y apatía durante unas dos semanas. Cuando pasa la fiebre, pueden aparecer erupciones cutáneas —por ejemplo en manos y pies— que van pasando por varias etapas hasta quedar como costras. Aunque menores que las de la viruela, su prima, la viruela del mono también puede dejar cicatrices permanentes.

La vacuna de la viruela es considerada bastante eficaz ante la vacuna del mono, otra señal de tranquilidad. Se cree que una de las razones de los brotes de las últimas décadas es el relajamiento de la vacunación contra la viruela después de su erradicación.

¿Cómo se contagia?

Es una enfermedad que llega a humanos por zoonosis. Es decir, contacto con animales que están infectados. No solo a través de monos, sino de roedores. Una vez en personas, se considera que el contagio entre ellas es menos eficaz. 

Algo llamativo del brote internacional de 2022 es que se ha registrado casi exclusivamente en hombres, y muchos de ellos tuvieron relaciones homosexuales con otros hombres infectados.

¿Estamos ante una enfermedad de transmisión sexual, como el sida? Hasta ahora se cree que los contagios han ocurrido más por el contacto cercano y prolongado (por ejemplo por vía nasal, oral, ocular o por heridas en la piel) que por el sexo. Pero no puede descartarse 100% esto último. Porque nunca la enfermedad había estado tan bajo la lupa como hasta ahora, y no se le había examinado demasiado.

"El hecho de que solo uno de los 50 contactos del paciente inicial con viruela del mono (en Reino Unido) haya sido infectado muestra cuán poco contagioso es el virus", indicó a BBC Jonathan Ball, profesor de Virología Molecular de la Universidad de Nottingham, Inglaterra.

Se cree que los brotes que veremos en próximos días y semanas serán locales, más que globales, pero en materia de salud nada es 100% seguro.

¿Cuánto nos debemos preocupar?

En principio solo moderadamente, pero atendiendo a las indicaciones de los organismos nacionales e internacionales de salud. La experiencia de la pandemia de COVID-19 es que las alertas iniciales no fueron demasiado clarividentes o eficaces, aunque en este caso es una enfermedad ya conocida.

“La infección se puede propagar cuando alguien está en contacto cercano con una persona infectada; sin embargo, existe un riesgo muy bajo de transmisión a la población en general”, se lee en un comunicado de la Agencia de Seguridad Sanitaria del Reino Unido, informó CNN en Español.

La Organización Mundial de la Salud, en su web en español, no ha emitido ningún alerta sobre el brote internacional de 2022 de la viruela del mono (hasta el 19 de mayo), pero en 2021 (cuando ya hubo casos detectados en Reino Unido) recomendó:

"Los habitantes de países donde la enfermedad es endémica, como Nigeria, y quienes viajen a ellos deben evitar el contacto con animales enfermos, muertos o vivos (roedores, marsupiales, primates) que puedan albergar el virus de la viruela símica y abstenerse de comer o manipular carne de animales silvestres (carne de caza). Conviene insistir en la importancia de lavarse las manos con agua y jabón o con un desinfectante a base de alcohol.

Es preciso aislar a los enfermos de viruela símica durante el periodo infeccioso, es decir, en el periodo en que causa erupciones, así como poner en cuarentena y vigilar a los contactos.

Los trabajadores de la salud que atiendan a pacientes con viruela símica, ya sea presunta o confirmada, deben aplicar las precauciones habituales de control de infecciones para evitar la transmisión por contacto o a través de gotículas".

¿Por qué están apareciendo estas enfermedades en humanos?

Dos factores son claves: somos más personas en el mundo y estamos ocupando espacios naturales de especies que podrían contener virus no tan conocidos, y pasar de ellos a humanos.

Otra palabra mágica: globalización. Gracias a los aviones y otros medios de transporte, viajamos a destinos lejanos con más frecuencia, facilidad y velocidad que en ninguna otra época de la Humanidad. Y, con nosotros, llevamos a todos nuestros diminutos huéspedes.

Con información de: BBC, CNN en Español, La Vanguardia y los CDC de EEUU