La cloroquina, un fármaco utilizado en la prevención o tratamiento de la malaria por décadas, será probado en el tratamiento de las personas que han contraído el COVID-19 y que hasta este 20 de marzo, a las 4:13 pm, había contagiado a 16.638 personas en Estados Unidos, según el pulso que lleva la Universidad Johns Hopkins.

La velocidad con la que avanza el virus, cuyo origen estuvo en Wuhan (China), y los largos plazos para encontrar una vacuna efectiva contra la enfermedad, declarada pandemia, obligan a los gobiernos a tomar decisiones a partir de medicamentos ya probados y usados en tratamientos de otras enfermedades.

Por Whatsapp circuló una imagen que daba cuenta de un #UltimaHora que señalaba que el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, había anunciado el uso de cloroquina en el tratamiento para el COVID-19 y que pidieron verificar al equipo de EsPaja.com.

Acompañado por el vicepresidente Mike Pence; por Stephen Hahn, director de la Food and Drug Administration (FDA) y otros miembros del equipo de trabajo que buscan solución al coronavirus, Trump dijo: "cloroquina es un medicamento común para la malaria. También es un medicamento común usado para casos serios de artritis (...) pero es conocido como el medicamento para la malaria, ha existido desde hace mucho tiempo y es muy poderoso". 

"La parte buena es que ha existido desde hace mucho tiempo, así que si las cosas no salen como se planean, no va a matar a nadie. Cuando usas un medicamento nuevo, no sabes si eso va a pasar, tienes que ver, hacer largas pruebas. Pero este ha sido usado en diferentes formas y ha mostrado resultados iniciales alentadores. Y vamos a poder tener disponible este medicamento casi de inmediato y ahí es donde la FDA es tan buena, pasa por un proceso de aprobación y ya lo hicieron, lo llevaron de varios meses a algo inmediato", dijo un optimista Trump.

No obstante, el propio Hahn bajó un poco el tono positivo a Trump al señalar que "el cloroquina, antimalaria, es una droga que el Presidente nos ha indicado que evaluemos de cerca para determinar si un uso expandido beneficia a los pacientes. Y de nuevo, queremos hacerlo en el formato de unas pruebas clínicas, una gran y pragmática prueba clínica, para realmente recopilar esa información y responder la pregunta que necesita ser respondida".

Apenas Trump anunció el uso del cloroquina, Bayer, el laboratorio alemán fabricante del medicamente Resochin (fosfato de cloroquina), informó que se unía al gobierno de Estados Unidos en la lucha contra el coronavirus y donaría 3 millones de tabletas de Resochin para pacientes con COVID-19.

Pero el fosfato de cloroquina ya ha sido puesto a prueba en pacientes chinos. En una publicación electrónica de Gaceta Médica del 27 de febrero, se dice lo siguiente:

"Este tratamiento ha sido aplicado hasta el momento en alrededor de 100 pacientes. Así, los datos han demostrado una eficacia mayor del fosfato de cloroquina al inhibir las exacerbaciones propias de esta neumonía. Estos resultados se han observado en las pruebas de imagen pulmonares. Además, el tratamiento con este compuesto ha supuesto una reducción en el tiempo de la enfermedad. Las propiedades antivirales y antiinflamatorias son las que han demostrado un mayor potencial en el tratamiento del coronavirus".

El 20 de marzo, el gobierno alemán informó que habían asegurado grandes cantidades de cloroquina, que será probado la semana próxima por el Instituto de Medicina Tropical de Tübingen, publica el diario ABC.