"Venezuela no ha suspendido los trasplantes, quien se los suspendió fue el imperialismo y los de aquí (la oposición) que pidieron sanciones", dijo Diosdado Cabello durante la transmisión del programa número 351 de Con el mazo dando, del 4 de agosto.
Sin embargo, la afirmación es falsa. El programa de procura de órganos y tejidos fue suspendido por el Ministerio de Salud, bajo la gestión de Luis López Chejade, el 1 de junio de 2017, antes de las primeras sanciones financieras impuestas por Donald Trump al gobierno de Nicolás Maduro el 25 de agosto de 2017.
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El diputado sacó a colación el tema a propósito del fallecimiento –el 3 de agosto– de Niurka Camacho, una joven de 15 años que esperaba por trasplante de riñón y desde hace siete años se dializaba en el hospital JM de los Ríos.
Cabello se refirió a Camacho, sin mencionarla por su nombre, para vincular su caso a la actuación de dirigentes opositores –a los que calificó de perversos– por pedir sanciones contra Venezuela, y a las que Cabello le atribuye la suspensión del programa de trasplantes de órganos en Venezuela.
Las verdaderas razones
"El suministro irregular de medicamentos inmunosupresores de mantenimiento, las fallas del tratamiento previo al trasplante, las deficiencias en la red hospitalaria, el deterioro de los servicios y la migración del personal calificado, son algunas de las razones que también contribuyeron a la suspensión del SPOT, y lejos de irse solucionando, se han agravado con el paso del tiempo", indicó un comunicado conjunto firmado por 92 Organizaciones No Gubernamentales (ONG) del país, y publicado el 1 de junio de 2021, cuando se cumplieron cuatro años de la suspensión de trasplante de órganos de pacientes fallecidos.
Lucila Velutini, encargada de Relaciones Institucionales de la Organización Nacional de Trasplantes de Venezuela (ONTV), entidad que hasta mediados de 2014 tuvo a cargo el Sistema de Procura de Órganos y Trasplantes (SPOT), dijo a EsPaja.com que "las sanciones han afectado muchas cosas y no son la solución a ninguno de problemas que tiene Venezuela, pero de allí a que se diga que la suspensión es debido a las sanciones, no es cierto. Los números indican lo contrario".
En un reporte de Fundavene al 6 de julio de 2017, se señala que "en mayo 2017, en vista de la parálisis de facto de la actividad de trasplante de cadáver, y dentro del ámbito de sus competencias, como medida precautelativa orientada a la preservación de sus escasos recursos, FV optó por formalizar la limitación de la procura de órganos, lo cual fue informado de inmediato al Despacho del Ministro. Se planteó hacer una reevaluación a finales del mes de septiembre, de modo de reiniciar la actividad de trasplante, tan pronto como fuera posible".
De acuerdo con las proyecciones hechas por expertos, partiendo de la información que se manejaba para 2017 –momento de la suspensión del programa– y hasta la el 1 de junio de 2021, se han dejado de realizar entre 940 y 960 trasplantes de donantes fallecidos, dice Velutini.
Desde mediados de 2014, el gobierno de Maduro creó la Fundación Venezolana de Donaciones y Trasplantes de Órganos, Tejidos y Células (Fundavene), adscrita al Ministerio de Salud y le adjudicó las funciones de procura de órganos. A partir de entonces comenzó "el declive indetenible de la actividad de donación y trasplante en el país, hasta llegar a su paralización", se lee en un comunicado de la ONTV del 31 de mayo de 2017.
En ese llamado público se advertía:
- El gran deterioro de la infraestructura de los hospitales sede de los centros de trasplante.
- La deficiencia en la disponibilidad de todo tipo de medicamentos, incluidos los indispensables inmunosupresores cuyas interrupciones, ausencias y cambios no consultados a los médicos tratantes, se han agudizado, colocando en peligro la sobrevida del injerto y en algunos casos la vida de los pacientes.
- La no disponibilidad de tratamiento inmunosupresor de 2 inducción indispensable al momento de realizar el trasplante para evitar el rechazo del injerto.
- El desabastecimiento de los reactivos para medir niveles de tacrolimus dificultando el apropiado control de los pacientes en su evolución post trasplante.
- El grave déficit de talento humano especializado en el área, provocado por la emigración de profesionales venezolanos".
En medio de esa realidad, la ONTV aplaudió la suspensión del programa de trasplante con la expectativa de que sería una medida temporal necesaria para mejorar la situación de salud de los afectados, comentó Velutini. La medida del Ministerio de Salud se mantiene –por lo menos– hasta principios de agosto de 2021, fecha de publicación de esta nota.
"Las sanciones (contra el gobierno de Nicolás Maduro) llegaron después de la decisión oficial. Y las sanciones no son para medicamentos e insumos médicos ni para representantes de centros hospitalarios. La salud debe ser apolítica. Toda persona tiene derecho a la salud y a la vida", indicó Velutini en conversación con EsPaja.com.
Clamor desoído
"La salud habla de solidaridad, de hermandad, de tender la mano", señala Velutini, quien recuerda que no se ha vuelto a hablar del programa de trasplantes ni de la restitución del Sistema de Procura de Órganos y Tejidos. "Cada año la ONTV pide su reactivación para que se empiece por un hospital que sea el que tenga todo para ser el centro de trasplantes y cesen las muertes por la espera".
Los trasplantes de riñón e hígado de donantes vivos se hacen en centros privados, pero a costos que muy pocos pueden pagar. Un reporte de Telemundo, de junio de 2021, indica que el precio para trasplantar un riñón va de 60.000 a 70.000 dólares, y el de hígado entre 80.000 y 90.000 dólares.
La situación sanitaria del país ya era compleja antes de que llegara la pandemia por COVID-19. En febrero de 2018, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos otorgó medidas cautelares a un grupo de niños venezolanos en riesgo de perder el riñón trasplantado por falta de medicamentos.
Una vez más funcionarios el gobierno de Maduro utilizan las sanciones de Estados Unidos para justificar su inacción en los distintos flancos con problemas que aquejan a los venezolanos. En esta ocasión, Cabello –primer vicepresidente del PSUV y diputado de la Asamblea Nacional– usó el fallecimiento de Niurka Camacho, una adolescente que adquirió vistosidad cuando expuso llorando su testimonio como paciente crónico ante la CIDH durante una sesión el 30 de junio de 2021
Veintinueve niños y adolescentes del servicio de Nefrología del hospital JM de los Ríos han fallecido entre 2017 y junio de 2021 a la espera de un trasplante. Ahora hay que sumar a Niurka.