En una entrevista para Unión Radio, el ingeniero agrónomo Rafael Mejías alertó que en los cultivos de hortalizas ubicados en los estados Miranda y Aragua había la presencia de la bacteria Ralstonia solanacearum.
Dicho fitopatógeno es el responsable de una enfermedad conocida como marchitez bacteriana, la cual ocasiona una obstrucción en las zonas de absorción de agua y nutrientes en las plantas alimenticias, como los tubérculos y hortalizas, dejando a los cultivos marchitos.
La bacteria se encuentra en el suelo y puede trasladarse a través de semillas, agua, por contaminación de traslado. Su perdurabilidad es de hasta 20 años, por lo que se corre el riesgo de que los campos de cultivo queden inutilizables, según explicó Mejías. Por suerte, no se tiene registro hasta ahora de que este patógeno haya afectado los cargamentos de hortalizas que llegan a los principales mercados del país.
"Los fitopatógenos no son causantes de enfermedades en el ser humano ni en los animales. Desde el punto de vista estructural son muy similares a los microorganismos que afectan a los humanos, pero su mecanismo para infectar es completamente distinto, porque una planta, una vez esté enferma, esa no la cura nadie a menos que tú la mates", explicó para EsPaja.com Mario Garrido, fitopatólogo y profesor de la Universidad Central de Venezuela (UCV).
Tanto Garrido como Mejías recomiendan no utilizar antibióticos para animales en las plantas para eliminar la presencia de la bacteria en cultivos, ya que pueden pasar a los suelos y fuentes de agua en las que haya otros microorganismos que sí afecten al ser humano y generar resistencia. Entonces, si alguna de esas bacterias infecta al ser humano, el antibiótico no haría el efecto correspondiente.
La identificación temprana de la enfermedad es vital para poder controlarla. Los primeros síntomas se observan en el follaje de las plantas. Las hojas más jóvenes en los extremos de las ramas tienden a marchitarse durante las horas más calurosas del día. Otro síntoma común es el retraso en el crecimiento de las plantas.
Para manejarla, se recomienda quemar el rastrojo del cultivo anterior, evitar trasladar maquinaria de parcelas enfermas, no usar aguas contaminadas para el riesgo, y lavar las herramientas, maquinaria, zapatos antes y después de usarlas o entrar al terreno.