La centralización en el Instituto Nacional de Higiene Rafael Rangel, en Caracas, ordenada por el gobernante Nicolás Maduro para el despistaje de COVID-19 mediante la prueba PCR, hace que la muestra de un sospechoso en Santa Elena de Uairén (estado Bolívar), al sur del país, deba transportarse a Caracas, al Norte, para ser procesada.
Como indica el mapa publicado por el usuario de Twitter @Watcher_Ven, la muestra debe recorrer 1.260 kilómetros por la Troncal 10/Carretera 10 para llegar a la capital del país, donde se ubica el Instituto Nacional de Higiene Rafael Rangel (INHRR), concretamente en la Ciudad Universitaria (Parroquia San Pedro).
Son más de 16 horas de camino para que la muestra de hisopado nasofaríngeo llegue a Caracas, la localidad más cercana para hacer el diagnóstico.
Maduro delegó exclusivamente en el INHRR la responsabilidad de procesar la prueba PCR (Reacción en Cadena de la Polimerasa), que es el examen molecular que con más precisión detecta la presencia del coronavirus SARS-CoV-2 en un organismo.
Desde mediados de marzo, cuando se declaró la emergencia sanitaria en Venezuela, solo se autorizó al INHRR para hacer el diagnóstico. Y el 12 de abril tras permitirse el ingreso por la frontera con Colombia de connacionales que habían migrado de la crisis venezolana, se instaló en el estado Táchira una unidad móvil del INHRR, que fue recibida la noche del 11 de abril por Freddy Bernal, protector del Táchira.
"Todo el que venga entrando a Venezuela pasará por la prueba PCR y así garantizaremos acortar los tiempos para que la prueba no vaya a Caracas", dice Bernal en el video que colgó en Twitter al momento de recibir la unidad móvil.
La opacidad del gobierno de Maduro y las contradicciones entre sus funcionarios impiden conocer cuántas pruebas PCR efectivamente se han realizado en el laboratorio de bioanálisis móvil.
Desde la cuenta de Twitter del Ministerio de Ciencia y Tecnología se pudieron conocer imágenes del interior de la unidad móvil.
También se dio a conocer a una de las expertas en vigilancia epidemiológica que atiende a los pacientes en el laboratorio móvil fronterizo.
La publicación cubana Prensa Latina, recogió declaraciones de la ministra venezolana de Ciencia y Tecnología, Gabriela Jiménez, según las cuales, mediante la plataforma en línea, el personal médico reporta al INHRR la ficha epidemiológica y el resultado de cada uno de los casos, lo cual permite el diagnóstico temprano y facilita la ubicación de los ciudadanos contagiados para su aislamiento.
El gobernador del estado Zulia, Omar Prieto, anunció el 8 de junio que la entidad contará con un laboratorio móvil de alta tecnología para la detección de COVID-19, con lo cual no se hará necesario el traslado de las pruebas de posibles casos positivos de la entidad al Instituto Nacional de Higiene Rafael Rangel, ubicado en Caracas, publicó la estatal Agencia Venezolana de Noticias (AVN).
El mandatario regional indicó que en este laboratorio, enviado por el gobierno nacional, se obtienen los resultados en dos horas, lo cual acorta los tiempos de detección del virus que mantiene a tres municipios de la entidad, Mara, Guajira y Jesús María Semprún, en toque de queda; mientras que a Maracaibo y San Francisco en emergencia, señala AVN.
No obstante, desde el anuncio el 8 de junio, no ha habido información pública acerca de que la unidad móvil se haya instalado en la entidad.
En cualquier caso, Táchira y Zulia están geográficamente más lejos que Caracas para una muestra que se colecte en Santa Elena de Uairén. En el primer caso de trata de 27 horas o 1.918,9 kilómetros por la misma vía terrestre, siendo la ruta más rápida, de acuerdo con Google Maps.
Y en el caso del Zulia son 26 horas o 1.908,2 kilómetros.
Por las informaciones ofrecidas tanto por las autoridades regionales de Táchira y Zulia, los laboratorios móviles procesarían solo las muestras de hisopado nasofaríngeo de los connacionales que ingresen por pasos fronterizos, un incremento que se observó a partir de mayo.
Según las autoridades venezolanas, hasta mediados de junio 80% del total de casos positivos de coronavirus en el país correspondía a los connacionales que retornaban al país, principalmente por las fronteras del país (Táchira, Zulia, Bolívar), y que el gobierno denomina casos importados.
Desde entonces la relación se invirtió y como era de esperarse inició la fase exponecial y los casos comunitarios superan con creces el número diario de importados.