En WhatsApp circula la captura de pantalla de una nota de El Universal, en la que se afirma que tanto inmunizados como personas curadas de COVID-19 pueden transmitir la enfermedad aunque no tengan síntomas.
EsPaja.com contactó a Flor Pujol, bióloga experta en virología molecular e investigadora del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (Ivic), para constatar la veracidad la afirmación. "Los vacunados, eventualmente, pueden infectarse y cursar una infección que va a ser en general no grave, a menudo asintomática. Por lo tanto, podrían transmitir. Eso es cierto. Van a infectarse con menos frecuencia que los no vacunados, pero puede ocurrir que se infecten y transmitan. Ahora, los curados no. Si están curados, es porque no tienen más virus. Los que ya salieron de su enfermedad no transmiten el virus", explicó.
De hecho, en el artículo, publicado originalmente por El País de España el martes 26 de mayo, no se menciona si los curados pueden contagiar a otros o no. Un estudio sobre reinfección en jóvenes de la revista británica The Lancet establece que: "A pesar de haber sufrido una infección previa, los jóvenes pueden contraer el virus de nuevo y todavía pueden transmitirlo a otros. Este es un punto importante a conocer y recordar a medida que continúan los despliegues de vacunas. Los jóvenes deben recibir la vacuna siempre que sea posible, ya que la vacunación es necesaria para aumentar las respuestas inmunitarias, prevenir la reinfección y reducir la transmisión".
El estudio muestra, según los autores, que los anticuerpos inducidos por la infección por el SARS-CoV-2 son en gran medida protectores, pero no protegen completamente contra la reinfección en los jóvenes. El trabajo hizo un seguimiento de más de 3.249 miembros del cuerpo de marines (infantería de marina) de los Estados Unidos entre mayo y noviembre de 2020. Alrededor del 10% (19 de 189) de los participantes que previamente habían pasado la enfermedad se reinfectó.
La investigación determinó que aquellos sin inmunidad tenían cinco veces más riesgo de infección que los participantes con anticuerpos, pero estos últimos aún presentaban algún riesgo de reinfección. Entonces, si un paciente que salió de la enfermedad contrae el virus nuevamente, puede propagarlo. Pero si dicho paciente supera la infección y no se contagia otra vez, entonces no puede transmitirle el coronavirus a otros.
Por otro lado, los vacunados no están exentos de contagiarse y transmitir la enfermedad. Si el paciente se expone al virus un día o semanas después de inyectarse, sigue vulnerable a la infección. Guillermo López Lluch, catedrático de Biología Celular de la Universidad Pablo de Olavide (UPO), señaló para El País que aunque la respuesta inmunitaria generada por la vacunación o por el propio cuerpo previene el contagio y el padecimiento de las secuelas más graves de la COVID-19, existen inmunizados que se infectan y pueden ser un foco de dispersión del virus, así muestren una sintomatología leve o nula.
“La inmunidad es una cuestión de días. Mientras no somos inmunes, el virus o el patógeno tiene mucho tiempo para provocar daños que se reflejan en los síntomas, que son más graves. Las defensas de nuestro cuerpo son ineficientes y tardan tiempo, entre 10 y 14 días, en activarse por completo. Cuando somos inmunes, la respuesta de los linfocitos B y T es más rápida y el patógeno tiene menos tiempo para provocar daños. No obstante, si alguien inmunizado, pero con carga viral, emite aerosoles frente a alguien que no tiene las mismas defensas, puede contagiarlo. Si la otra persona está inmunizada, la capacidad de que la enfermedad se extienda es mínima”, detalló.