Una engrasada maquinaria de propaganda. Cada 24 horas, la cuenta @Mippcivzla (Ministerio de Comunuicación) impone una "etiqueta del día" que puede aparecer hasta en 110 millones de tweets al año (81% de la "conversación" venezolana en esa red social en 2020).

Sin embargo, a su vez, también 81% de los tweets impulsados por el MIPPCI son inorgánicos: es decir, probablemente están vinculados a cuentas automatizadas. Un reciente reportaje del portal El Diario reveló cómo, al menos hasta 2021, un "tuitero de la patria" podía ganar bonos y premios de hasta 10 dólares mensuales gestionando simultáneamente 10 perfiles dudosos creados solo para contribuir a la inundación de etiquetas oficialistas. 

Los datos son de ProBox, observatorio que analiza las tendencias en redes sociales, especialmente en Twitter. La pandemia de COVID-19 —un evento de los que probablemente solo se dan una vez a lo largo de una vida humana—, como era de esperarse, fue el tema de conversación más relevante de 2020: 559 tendencias o tópicos más comentados en Twitter Venezuela (27% del total) y 46.562.253 tweets (34% del total), más allá de que experimentara un declive de interés hacia final de año (el estudio descargable en PDF).

El segundo tema nacional de "Twitterzuela" en 2020 fueron las elecciones legislativas del 6 de diciembre impulsadas por el gobierno de Nicolás Maduro: 10% de etiquetas en total y 17% de tweets. La abstención en esos comicios superó 70%, según las propias cifras del CNE, lo que también sirve de evidencia de una brecha entre el "mundo real" y unas redes distorsionadas por el aparato gubernamental de propaganda.

Esto en un contexto en el que la prensa impresa independiente prácticamente ha desaparecido, la televisión y la radio están sometidas a censura y autocensura y los portales noticiosos no oficialistas son constantemente bloqueados por CANTV y operadoras privadas.

Pacientes heroicos

El análisis de ProBox muestra cómo, desde el oficialismo, durante la pandemia se han impulsado etiquetas que prácticamente nunca tenían que ver con la naturaleza médica y científica de la nueva emergencia sanitaria que se sumó a una ya existente emergencia humanitaria compleja.  

ProBox clasifica a los emisores de Twitter Venezuela en cuatro grandes grupos: Oficialismo, Sociedad Civil, Oposición y Otros. Si agregamos enero de 2021 a las estadísticas, 42% de 575 tendencias relacionadas con COVID-19 se apoyaron desde el oficialismo y 29% desde la sociedad civil.

Pero aquí viene el contraste: el ya mencionado 81% de mensajes oficialistas fue divulgado por cuentas presuntamente automatizadas. En el tráfico de las etiquetas impulsadas a la sociedad civil (generalmente críticas al gobierno de Maduro, sin adscribirse a partidos de oposición), en cambio, 76% de los usuarios parecen ser orgánicos o cuentas de usuarios reales. 

1.281 contagios de COVID-19 en 24 horas notificó el gobierno de Maduro el 13 de agosto de 2020: la mayor cantidad registrada en Venezuela, recordando que las cifras oficiales han sido cuestionadas por expertos médicos y científicos. Al día siguiente, como un patrón habitual, el MIPPCI impulsó la etiqueta de corte político #HastaLaVictoriaSiempreDarío, relacionada con la muerte del alto funcionario chavista Darío Vivas.

#DisfruteResponsable fue la etiqueta del MIPPCI justo después de que, por primera vez en pandemia, se reportaron más de 100 contagios en un día.

La "exaltación épica del funcionario oficialista que se contagia" ha sido una de las expresiones de la desinformación oficial en pandemia, según el informe de Desórdenes Informativos presentado por el ININCO.  En julio de 2020, la "tropa" del oficialismo y sus cuentas mayoritariamente inorgánicas se resteó con etiquetas como #OrandoPorDiosdado y #VenezuelaConDiosdado, ambas vinculadas con la convalecencia por COVID-19 del líder político Diosdado Cabello.

También en julio, apareció #VenezuelaGarantíaEducativa, en contraste con la opinión de dirigentes educativos independientes como Raquel Figueroa, que calificaron la educación a distancia como "la mayor estafa histórica que haya vivido Venezuela".

"La tónica cuartelaria, particularmente, estuvo muy presente en las comunicaciones oficiales sobre el confinamiento. El día 21 de abril de 2020, tras alcanzar nuevos picos de contagio los días 19 y 20 (29 casos cada día), MIPPCI impulsó la etiqueta #MáximaDisciplina, asumiendo un lenguaje propio del mundo militar para persuadir a la sociedad civil. No es casual que pocos días después, el 25 de abril, fuese denunciado en Twitter que colectivos oficialistas generaron zozobra vociferando amenazas contra los vecinos de la parroquia 23 de Enero de Caracas", destacó el informe de ProBox.

A principios de abril, mientras la llamada sociedad civil apoyaba las tendencias #LiberenAHenderson, #LiberenADarvinson y #InformarNoEsDelito (ante la detención arbitraria del activista de derechos humanos Henderson Maldonado y el periodista Darvinson Rojas), la etiqueta oficial del MIPPCI nos transportaba a un mundo soñado de tolerancia y sanidad pública: #PazSaludYDiálogo.

Carvativir: la cura "inorgánica" convertida en tendencia

En enero de 2021, MIPPCI puso al "ejército" de cuentas mayoritariamente inorgánicas al servicio del oficialismo a aupar en Twitter la etiqueta #CarvativirParaVivir. ¿Qué es Carvativir? Las llamadas "gotas milagrosas de José Gregorio Hernández", a las que Nicolás Maduro se refirió como "medicina que neutraliza 100% el coronavirus". Hasta marzo de 2021, su gobierno no ha presentado ningún estudio científico válido que respalde la efectividad de este presunto medicamento. 

¿Por qué son útiles los estudios de ProBox? Nos ratifican, con estadísticas concretas, hechos que presuponemos de manera intuitiva. "La utilizacion de posibles cuentas automatizadas por parte del Oficialismo, principalmente por el MIPPCI, evidencia cómo en Venezuela la desinformación y manipulación de la opinión general a través de la conversación en redes sociales es una política de Estado que busca imponer su narrativa, evitando que temas diferentes o que contradigan su versión de los hechos logren posicionarse. Esto también es una forma de censura", indica el informe 2020: la conversación política y social venezolana en Twitter, cuya publicación por parte del observatorio coincidió con el primer aniversario de la pandemia.

"Lo más importante es saber sobre la existencia de los bots. Los usuarios que pueden identificar bots por sí mismos tienen menos probabilidades de ser manipulados por ellos; incluso pueden informar sobre las redes de bots y lograr que las eliminen. En última instancia, los bots existen para influir en los usuarios humanos", recuerda el especialista en análisis de redes Ben Nimmo, citado por ProBox.

Solo en un día, el 31 de enero de 2019, Twitter eliminó 1.196 usuarios presuntamente automatizados cercanos a la "tropa". Según IPYS, alrededor de 500.000 cuentas de este tipo fueron usadas solo en la cuestionada reelección de Maduro en 2018. El camino contra la desinformación es largo pero hay que recorrerlo.