Tan azaroso como el papelito dentro de una galleta de la suerte. Junto con el anuncio de que las clases presenciales se reanudarían en Venezuela solo a partir de abril de 2021, Nicolás Maduro soltó el domingo 28 de febrero que "importantes cantidades de vacunas" contra la pandemia de COVID-19 llegarían al país en los días siguientes. De manera relativamente sorpresiva, 500.000 dosis de la vacuna china Sinopharm aterrizaron en Maiquetía el lunes 1° de marzo. Solo habían sido aprobadas para su uso en territorio venezolano apenas unas horas antes por el Ministerio de Salud.
Hasta esa fecha, solo habían llegado 100.000 dosis de una inmunización hecha en Rusia, la Sputnik V, justo un día antes de San Valentín, aunque Maduro luego admitió que no fueron un regalo fraternal de su aliado, ni mucho menos.
¿Qué sabemos de esta vacuna china?
Su verdadero nombre es BBIBP-CorV, pero es mucho más conocida por el nombre de la farmacéutica de propiedad estatal china que la produce: SinoPharm. Es una de las 11 vacunas contra COVID-19 que hasta el 2 de marzo de 2021, según el contador de la Organización Mundial de la Salud, han sido aprobadas por al menos una autoridad sanitaria nacional de pandemia. Tres de esas 11 han salido de China, pero las otras dos son de consorcios con participación privada (SinoVac y CanSino).
Es cierto que SinoPharm fue acusada de opacidad de datos durante el proceso de pruebas de la vacuna, pero cada país fuera de China que aprueba la vacuna, en teoría, significa que al menos ha sido certificada por una autoridad médica independiente. Hasta marzo de 2021, SinoPharm había recibido la luz de verde de países como Bahrein, Emiratos Árabes Unidos (uso pleno), Argentina, Perú, Hungría, Camboya, Egipto, Guyana, Irak, Jordania, Nepal, Paquistán (uso de emergencia) y Serbia (uso restringido), aparte de la aprobación exprés de Venezuela, según el rastreador de vacunas de New York Times.
¿Es una vacuna segura?
Sí. Sus fases de prueba han recibido el visto bueno de la OMS, más allá de que China no sea un país democrático o transparente. En el proceso colectivo de desarrollo de las vacunas de COVID-19, que marcará un hito en la historia de la ciencia, se han empleado varios métodos.
El método de "virus inactivo" usado para el fármaco de SinoPharm es uno de los más antiguos en la historia de la vacunación. Gráfico: Chile Científico
La vacuna china de SinoPharm debe ser aplicada dos veces (hasta tres, según algunas fuentes). La duración de su inmunización a largo plazo es un misterio, como ocurre con otros fármacos contra COVID-19. Una ventaja de la BBIBP-CorV en países con infraestructura médica deteriorada como Venezuela es que puede conservarse bajo una refrigeración moderada, no requiere temperaturas extremadamente bajas.
A diferencia de los fármacos "ultramodernos" de los consorcios occidentales Pfizer y Moderna (que recurren al llamado ARN mensajero, un fragmento genético manipulado que imita al virus), los más efectivos hasta marzo de 2021 (alrededor de 95% de inmunización), SinoPharm es una vacuna mucho más tradicional, que emplea el método clásico de inocular en el organismo una modalidad de coronavirus debilitada previamente en el laboratorio (método del "virus inactivo").
Según la información del propio laboratorio SinoPharm, la vacuna estatal china tiene una efectividad inferior que otras (79%), pero igualmente aceptable. Los estudios realizados en los Emiratos Árabes elevaron el porcentaje a 86%.
Mapa de la aprobación global de SinoPharm hasta el 2 de marzo de 2021, según New Yprk Times (no incluía a Venezuela)
¿Quiénes recibirán la vacuna china en Venezuela?
Hasta el 2 de marzo de 2021, no se ha informado con exactitud quiénes recibirán la vacuna china, aunque es de suponer que algunos docentes serán beneficiados. De todos modos, estas 500.000 dosis (que cubrirían solo a 250.000 personas, sin se aplican dos veces), más las 100.000 Sputnik V recibidas antes. no serán suficientes para todos los sectores que deberían ser priorizados según la Organización Panamericana de Salud: profesionales sanitarios, adultos mayores y pacientes con otras morbilidades, entre otros.
La inclusión de políticos —y movimientos políticos como Somos Venezuela— entre los primeros vacunados en Venezuela ha despertado el rechazo de expertos médicos.
Además de las vacunas Sputnik V y SinoPharm, hasta marzo de 2021 la única "vía occidental" para Venezuela es el fondo Covax, que le permitiría tener acceso a millones de dosis de la inmunización europea Oxford–AstraZeneca, aunque depende de un acuerdo político y de un pago.
¿Cuánto le costó a Venezuela la vacuna china?
Al menos hasta el 2 de marzo de 2021, el gobierno de Nicolás Maduro ha sido opaco acerca de los convenios de adquisición de vacunas de sus aliados geopolíticos (Rusia y China). Apenas el 17 de febrero, Maduro reveló a corresponsales internacionales que había invertido $200 millones en las Sputnik.
¿Son regaladas estas vacunas de SinoPharm? Es muy poco probable. En general, todas las inmunizaciones implican una ingeniería médica muy costosa, cuyo acceso obviamente se dificulta para los países que son meros importadores de fármacos.
Una investigación periodística publicada en Perú (uno de los países compradores) calificó a la vacuna de SinoPharm como un producto muy costoso: hasta $30 por cada una de las dos dosis, según el precio de mayorista fijado por SinoPharm a algunos gobiernos regionales chinos.