Ocurrió algo que se temía, pero ¿qué tanto debemos temer? La llegada de al menos un paciente con viruela del mono a Venezuela fue confirmada el 12 de junio de 2022 por las redes sociales del Ministerio de Salud del gobierno de Nicolás Maduro.
La información ofrecida presentó cierto grado de ambigüedad, porque en los tuits inicialmente se refieren al caso como "sospechoso", pero más adelante se indica que se "realizó toma de muestra, arrojando como resultado positivo" (se supone que a un test de esta enfermedad). Se sabe que el paciente ingresó por Maiquetía en un vuelo internacional procedente de Madrid, y que tuvo contacto con contagiados en Barcelona (España).
No estaba claro tampoco el estatus del paciente, según la versión oficial. Solo se dijo que se encontraba en "condiciones estables", aunque no si esta estabilidad se daba dentro de una situación leve, moderada o grave. También se notificó que el paciente está "aislado" y que se está estableciendo un "cerco epidemiológico".
Hasta la noche del domingo 12, en España se habían detectado 275 casos confirmados desde mayo de 2022, y en todo el mundo, 1.284 casos en 28 países en los que esta enfermedad no es endémica, es decir, fuera de África. No se han registrado muertes por estos brotes.
En principio, la llegada de un paciente con viruela del mono —o viruela símica— a Venezuela no debe despertar alarma. A diferencia de la COVID-19, esta enfermedad es conocida en humanos desde hace unos 50 años. En general, sus síntomas y su letalidad son considerablemente inferiores a la erradicada viruela humana.
No se espera que estos brotes de 2022 deriven en una pandemia, porque la capacidad de contagio de este virus de humano a humano es inferior a uno, indicó a EsPaja.com la doctora Flor Pujol en un espacio de conversación virtual. Esto quiere decir que cada contagiado en promedio infecta solo a otra persona (o menos), por lo que estos focos tienden a caer bajo su propio peso. Los contactos deben ser extremadamente cercanos para pasar de persona a persona.
Además la mutabilidad de este virus —de la familia Orthopoxvirus— es inferior a la del coronavirus SARS-CoV-2, es decir, no se espera que aparezcan variables más contagiosas a corto plazo. A pesar del nombre de la enfermedad (viruela del mono), se cree que ciertos roedores son la principal fuente de zoonosis, es decir, de salto de animales a personas.