Nicolás Maduro no solo aspira a un tercer período de gobierno que teóricamente le mantendría al menos 18 años ininterrumpidos en la Presidencia de la República, en caso de hacerse nuevamente con el poder. También se puso la “medalla” como el aspirante a las elecciones presidenciales de 2024 en Venezuela —previstas para el 28 de julio— que más desinformó en el primer trimestre de este año.
Venezuela no escapa a la constante del incremento de desinformación en épocas electorales, por eso a propósito del Día Internacional del Fact-Checking (2 de abril) y en medio de la turbulencia electoral que vive el país suramericano, aprovechamos para presentar los resultados del seguimiento que EsPaja ha realizado a la desinformación electoral y que hemos logrado sistematizar en una base de datos propia, en la que tenemos registros desde enero de 2023. Para efectos de esta presentación hemos hecho un corte entre el 1 de enero y el 25 de marzo de 2024, fecha en que cerró la postulación de candidatos a las elecciones presidenciales por parte del Consejo Nacional Electoral (CNE).
En esta base de datos hay registros de las 13 personas que manifestaron intención de postularse, aunque finalmente algunas de ellas no hayan querido y otras no hayan podido hacerlo, como es el caso de María Corina Machado y Corina Yoris, esta última designada por la Plataforma Unitaria Democrática (PUD) y Machado en vista de su inhabilitación.
Aunque la muestra no registra la totalidad de las declaraciones de las 13 personas que manifestaron intención de postularse durante el primer trimestre, creemos que los casos de fact-checking que analizamos de manera limitada en EsPaja.com nos permiten atisbar algunas tendencias generales.
Las más atacada y una campaña instantánea
Aunque finalmente no lograron estar inscritas ante el CNE, María Corina Machado y Corina Yoris fueron las personas contempladas en el registro que recibieron más ataques desinformativos en estos tres meses.
Formalmente, 13 candidatos conocidos hasta la fecha se inscribieron entre el 21 y el 25 de marzo para aspirar a las presidenciales fijadas el 28 de julio (el CNE las convocó el 5 de marzo, es decir, con menos de cinco meses de anticipación). Es cierto que luego venía un período de cinco días (del 28 de marzo al 1° de abril) en el que el Poder Electoral admitiría o rechazaría esas postulaciones. Además, hasta el 20 de abril se permitirán sustituciones que se reflejen de manera impresa en la boleta electoral (hasta el 18 de julio, las que no se reflejarán), pero es poco probable que la PUD que congrega a buena parte de la oposición, pueda presentar un candidato luego de que durante el período de postulaciones no haya tenido acceso al sistema automatizado del CNE para inscribir su postulación.
Entre los postulados inscritos no estaban los nombres de las dos aspirantes a la Presidencia de la República que más protagonizaron narrativas desinformantes en el primer trimestre de 2024. Sobre una muestra de 19 registros de desinformación, María Corina Machado fue blanco de hasta 12 casos (alrededor de 63%).
Resulta particularmente llamativo que la persona que Machado designó el viernes 22 de marzo como su representante ante la imposibilidad de postularse, la académica Corina Yoris —sin vinculación a cargos políticos hasta esa fecha, si exceptuamos su breve período como miembro de la Comisión Nacional de Primaria en 2023—, acumuló hasta cinco de estos registros en los cuales fue objeto de desinformación en los apenas tres días que transcurrieron hasta la frustrada inscripción de su candidatura (25 de marzo). Es decir, más de 26% de los casos para una mujer que pasó casi un trimestre entero completamente fuera del debate público en redes o medios de comunicación.
Pie de foto: a Corina Yoris, totalmente fuera del debate político hasta el 22 de marzo, le bastaron tres días como aspirante presidencial para sumar más de 25% de episodios de desinformación contra candidatos (inscritos finalmente o no), según la base de datos de Espaja.com
En esta “campaña instantánea” contra Corina Yoris incluimos una presunta doble nacionalidad venezolana-uruguaya, que ella desmintió. Una de las principales impulsoras de esta campaña fue una exministra de Maduro, la diputada Iris Varela. También hubo ejemplos de otras narrativas contra la académica, como las que le vincularon con planes de una invasión extranjera (actor impulsor: Michel Caballero Palma) y las que le señalaron por publicar un falso post en 2017 con un insulto a Machado (actor impulsor: Pedro Carvajalino).
Las campañas contra Machado fueron variopintas: no hay constancia, al menos hasta la fecha, de que la ganadora de las primarias de la PUD haya hecho llamados públicos a desconocer las elecciones del 28 de julio, como afirmó uno de los candidatos que sí pasó la alcabala del período de postulaciones (Luis Ratti). Una versión similar circuló en la cuenta @ideadatos, que pertenece a una presunta “agencia de noticias”. Parece poco probable que Machado hubiera llamado a no reconocer el proceso si el mismo 21 de marzo le “levantó el brazo” —como se dice coloquialmente— a una sustituta.
«Sé lo que voy a hacer, pero no lo diré. Y no aceptaré más traiciones»: varias redes y medios afines al oficialismo divulgaron esta presunta frase textual de Machado en su mensaje al país del 17 de marzo (domingo antes de la inscripción de postulaciones). En ningún momento la dirigente inhabilitada hizo tal declaración. Tampoco amenazó al gobierno de Maduro con una “transición por las malas”, como desinformó el portal Venezuela News. Lo que sí dijo Machado textualmente fue lo siguiente, que es diferente:
«A Maduro y al régimen, tienen dos opciones: facilitan una transición negociada, a través de elecciones presidenciales libres, en el marco del acuerdo de Barbados, o deciden arrebatar por las malas. Esta es la peor opción para todos y, además, no evitaría la transición, ya que ni el país ni el mundo lo aceptaremos. Pueden demorar la transición, pero no impedirla».
El empresario Esteban Trapiello reflotó un video manipulado —tanto en la imagen como en el sonido que la acompaña— que ya había rodado en 2023, y en que la dirigente de Vente Venezuela presuntamente canta el himno nacional del Estados Unidos. A Machado incluso se le vinculó con un accidente automovilístico en el que en realidad no tuvo participación, un reporte que impulsó el periodista Eligio Rojas y que jamás borró de sus redes sociales o matizó con la versión que emanó del equipo de trabajo de la aspirante presidencial.
Un candidato a la reelección como agente disruptor habitual
¿Cuánto desinformaron los propios aspirantes a la Presidencia, como emisores activos de mensajes durante este primer trimestre de 2024? Veamos otra cara de la moneda. De 17 registros de desinformación por declaraciones de candidatos contabilizadas por EsPaja, Nicolás Maduro acaparó hasta 10 casos, es decir, aproximadamente 58%, por lo que podemos hablar de un agente disruptor habitual en el ecosistema del debate público.
Maduro vinculó a una exrectora de la UCV (Cecilia García Arocha) con la sustitución de la candidatura de Machado, lo que careció de asidero en la realidad, como se comprobó con el paso de las semanas. Se refirió al Consejo Nacional Electoral, como un poder totalmente autónomo y al canal estatal alemán Deutsche Welle en Español —también sin pruebas— como un medio nazi. De lo que sí hay pruebas es de que esta cadena internacional fue retirada de las principales operadoras de TV por suscripción del país.
Pie de foto: candidatos que más desinformaron en el primer trimestre de 2024, según la base de datos de EsPaja.com
Aquí podemos contabilizar también la ocasión en que se refirió a un presunto logro (¿o corrección?) de su propia gestión de gobierno: “En el año 2017 había déficit nutricional de 35% y para el año 2024 se registra sólo 2%”. Aunque la declaración es confusa, se supone que Maduro se refería al porcentaje de venezolanos que registran el mencionado déficit nutricional. Esta declaración contrasta con lo que dijo Michael Fakhri, relator especial de la ONU para el Derecho a la Alimentación durante su visita a Venezuela, precisamente en febrero de 2024: «Casi el 82% de los venezolanos vive en la pobreza en términos de nivel de ingresos, y el 53% está expuesto a la pobreza extrema, con ingresos insuficientes para adquirir una canasta básica de alimentos».
Hacemos la acotación de que, al menos en una ocasión, el aspirante a la reelección se refirió a sí mismo como víctima de campañas de desinformación. Esto ocurrió cuando el portal Voz de América tituló una información tomada de la agencia AP News: «Maduro dice que van a ganar las elecciones 'por las buenas o por las malas». Y al menos en este caso, el gobierno tuvo elementos de peso para afirmar que las palabras del candidato del PSUV (04/02/2024) habían sido sacadas de contexto. Se podría afirmar que fue la excepción en un patrón.
El conjunto restante de los aspirantes a las presidenciales (más allá de que terminaran registrados ante el CNE como postulados formales o no) no pasó con nota totalmente eximida en este examen.
Además del ya citado Luis Ratti (17% de episodios de desinformación entre candidatos), la propia María Corina Machado traspasó las líneas rojas de manera ocasional, por ejemplo cuando se refirió al gobernador opositor de Barinas desde 2021 (Sergio Garrido) con estas palabras: «Es absolutamente afín a Maduro, sigue la narrativa del régimen y promueve sus ideas». No hay sustento de esto en la realidad, cuestionemos o no la gestión de Garrido, que en ese momento criticó la voluntad de la dirigente de Vente Venezuela en mantener su candidatura.
Por otra parte Machado hizo declaraciones que no estuvieron acompañadas de bases en investigaciones realmente sólidas, por ejemplo la afirmación de que Venezuela ya se había convertido en el cuarto país productor de cocaína del mundo. No es posible descartarlo totalmente, según las informaciones que revisamos sobre el tema, pero tampoco confirmarlo de manera contundente. Tampoco la aseveración de que Maduro “ha ofrecido nuestro territorio al cartel de Sinaloa” (en caso de su reelección). La Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes de la ONU ha presentado “indicios” de la actuación de este cartel de origen mexicano en la frontera de Venezuela con Colombia, pero de allí a que pueda comprobarse una relación directa con el régimen de Maduro hay un trecho largo.
Al aspirante presidencial Antonio Ecarri (Alianza Lápiz) le detectamos un par de “banderas rojas” de desinformación (11%): cuando se refirió a la abstención como “cáncer de la democracia”, omitiendo otras causas de la situación de Venezuela, y cuando se refirió a los partidos de la Plataforma Unitaria como entes que habían llamado a países de la comunidad internacional a imponer sanciones contra Venezuela. Nuevamente, omitiendo el contexto que llevó a estas sanciones y el hecho de que responden a decisiones autónomas de política exterior.
Marzo, el mes en que se disparó la desinformación
Aunque las elecciones presidenciales fueron fijadas por el CNE para el 28 de julio de 2024 (fecha que coincide exactamente con el natalicio 70 de Hugo Chávez), el cronograma electoral cuenta con otros “picos” de atención. Uno de ellos, por supuesto, será la campaña electoral —hablamos de la establecida de manera formal—, que se extenderá por 22 días entre el 4 y el 25 de julio. Sin embargo, la postulación de los candidatos (del 21 al 25 de marzo) era otra de las etapas cruciales por las características excepcionales de esta elección, en la que la abanderada de la Plataforma Unitaria estaba inhabilitada y existía incertidumbre acerca de si se presentaría ella misma o a través de algún tipo de figura representativa.
Como era previsible, los episodios de desinformación se dispararon también en este mes de marzo: hasta 25 sobre un total de 37 (dos tercios), si tomamos en cuenta lo verificado como falso o engañoso a partir de declaraciones de candidatos y lo que comentaron los mismos candidatos —y otros actores políticos— sobre sus homólogos, así como las autoridades del Poder Electoral. Si nos restringimos a los candidatos, la proporción fue de nueve verificaciones en marzo sobre un total de 16 en el trimestre (56%).
¿Sobre qué temas desinformaron los aspirantes a la Presidencia, inscritos o no en el corte del 25 de marzo?
Evidentemente, las elecciones (sus características y sus candidatos) fue el tema predominante: nueve de las 35 verificaciones etiquetadas, entre ellas seis por parte de Nicolás Maduro. Por ejemplo, la citada mención a Cecilia García Arocha que no tuvo asidero en una postulación real.
Sin embargo, resulta llamativo que agrupáramos hasta tres menciones temáticas a las cajas CLAP (subsidios de alimentos) en este período electoral, todas ellas a cargo de Maduro, como segunda etiqueta más recurrente. Probablemente un área tan delicada como la alimentaria, en un país con 51,9% de pobreza multidimensional (extrema) según la más reciente encuesta Encovi 2023, es percibida como un aspecto crucial de la gestión gubernamental en un período electoral.
En dos de las etiquetas que tomamos como muestra hubo referencias al tema de las drogas (producción y tráfico ilegal), ambas precisamente a cargo de María Corina Machado en relación con la gestión gubernamental, y como indicamos antes, no sustentadas con total claridad.
El Acuerdo de Barbados —una negociación entre el gobierno de Venezuela, la Plataforma Unitaria y actores internacionales que se concretó con la firma del 17 de octubre de 2023— también tuvo dos menciones como área temática, ambas por parte de Nicolás Maduro, que se refirió a su presunta ruptura por parte de la oposición. Aunque no hubo menciones a lo acordado en la isla caribeña que no ha sido cumplido por la contraparte gubernamental.
Cuando el propio Poder Electoral no informa bien
Poco antes de que el CNE convocara a elecciones presidenciales —es el único ente facultado por la Constitución para hacerlo—, la Asamblea Nacional convocó a sectores políticos y sociales a firmar el llamado “Acuerdo de Caracas”, en el que se presentaban varias fechas tentativas para los comicios de 2024. Elvis Amoroso, excontralor de la República y presidente del Poder Electoral, declaró el 5 de marzo: «El Acuerdo de Caracas suscrito el 28 de febrero de 2024 por los representantes de distintos sectores de la vida política, social, económica, académica, cultural y religiosa de la República Bolivariana de Venezuela, destacándose (en él) la participación de 97% de los partidos políticos y 84% por de los votos en los últimos procesos electorales realizados en nuestro país».
La declaración es opaca, como indicamos en nuestro Radar Electoral, porque presenta estadísticas lanzadas al vuelo y no justificadas ante la opinión pública, con la intención de desacreditar a los actores que no participaron en el citado “Acuerdo de Caracas” (por ejemplo, los representantes de la Plataforma Unitaria). No se sabía cuál era el universo total de partidos políticos supuestamente inscritos ante el CNE a los que se refería Amoroso. Tampoco dijo de manera clara a qué elecciones (y a qué resultados) se estaba refiriendo.
Diosdado Cabello: un influencer
Diosdado Cabello, diputado de la Asamblea Nacional, dirigente del PSUV y conductor del “maratónico” de los miércoles en la noche en VTV (“Con el Mazo Dando”) se mantiene como el agente de desinformación más influyente en períodos electorales, una tendencia que ya habíamos registrado durante las primarias de 2023. Cabello se refirió a Vente Venezuela, sin pruebas, como “organización delictiva”. Tampoco sustentó declaraciones sobre presuntas reuniones entre Carlos Prosperi y Delsa Solórzano (dos de los candidatos de las primarias) para definir al supuesto sustituto de Machado.
«Esto es un problema que tiene que responder ante la justicia», indicó Cabello acerca de la habilitación de Machado, cuando precisamente no hay un juicio ni se cumple el derecho a la defensa en este caso, según la ONG Acceso a la Justicia.
En los días previos a la presentación de postulaciones, dos de los más importantes colaboradores de Machado fueron detenidos (Henry Alviárez y Dignora Hernández), y a otros siete se les emitieron órdenes de aprehensión, entre ellas su jefa de campaña, Magalli Meda. Una de las pruebas de estas medidas fue un video presentado por Tarek William Saab, en él declara otro dirigente regional de Venezuela detenido previamente (Emill Brandt).
«¿El señor (Brandt) tiene algún gesto o señal que haga pensar que eso lo está diciendo bajo torturas?», cuestionó Cabello a los que han objetado este video como una prueba firme. «Serán nulas las pruebas obtenidas mediante violación del debido proceso», indica la Constitución de Venezuela, y no sabemos si en este caso se ha cumplido. También se desconoce en qué condiciones se grabó el video incriminatorio: no puede determinarse a simple vista, manipulación.
Lo que sí acertó Cabello fue que el gobernador opositor de Zulia (Manuel Rosales) se terminaría postulando como candidato presidencial, algo que adelantó apoyándose en informantes anónimos y que efectivamente ocurrió al filo de la medianoche del día de cierre de postulaciones (21 de marzo).
No obstante, en esta ocasión nos referimos a episodios de informaciones falsas, engañosas o con manipulaciones, a propósito del Día Internacional del Fact-checking. Por delante nos queda, para futuros análisis, lo que ocurrirá antes del 28 de julio, incluida la campaña electoral propiamente dicha. La evidencia de este primer trimestre nos sugiere que la desinformación nunca duerme en Venezuela.
